¿Está Özil en condiciones de sustituir a Cristiano Ronaldo?
Archivado en: Real Madrid, Cristiano Ronaldo, Ozil
Hace poco menos de un año, Diawara, ese central del Olympique de Marsella con planta de guardia de seguridad, se lanzó con vehemencia a por un balón que rondaba el área gala en un partido de Liga de Campeones del Real Madrid. El problema es que por el camino se encontró con el tobillo derecho de Cristiano Ronaldo. "Pero si toca el balón", dijeron algunos saliendo en defensa del defensa del OM. Punible o no, lo único objetivo de esa acción fue que CR7 se tiró varias semanas en el dique seco.
Como si de un 'déjà vu' se tratase, Pau Cendrós se disfrazó de Diawara para volver a mandar al luso a la enfermería. Las acciones no son comparables (al menos para mí), pero el resultado fue el mismo: tratamiento y reposo para restablecerse de una lesión de tobillo. La principal diferencia es que hace un año saltaron las alarmas ante su baja. Ahora, esas sirenas han bajado de intensidad.
El nuevo esfuerzo económico del club (ojo con las cuentas que se presentarán en la asamblea de socios compromisarios, espero que alguien más ducho en esos temas que yo nos las explique con todo lujo de detalles) ha ido encaminado, entre otras cosas, a que si Cristiano estornuda no se ponga a temblar todo el Bernabéu. Para eso llegó Mesut Özil. Si Mourinho se ha empeñado en dar a Ronaldo el rol de mediapunta, el germano debería entrar en esa posición ahora sin ningún tipo de problemas. Sin embargo, hay cosas que me generan dudas.
La Bundesliga es un vivero donde cualquier equipo que ose poner en entredicho la hegemonía del Bayern corre el riesgo de ser el principal proveedor de jugadores del conjunto bávaro la siguiente temporada. Cualquier futbolista que destaque en el campeonato alemán acaba jugando en el Allianz Arena. Lahm, Klose, Olic, Mario Gómez, Altintop... todos ellos destacaron en otros equipos de la Bundesliga. Entonces, ¿por qué los directivos del Bayern que tan cercano tienen ese campeonato no ficharon a Özil?
Un servidor sólo le ha visto partidos sueltos en el Werder Bremen, algún encuentro con la sub-21 en el último Europeo de la categoría y, por supuesto, en el pasado Mundial. Mi conclusión y la de otros aficionados a la Bundesliga es que se trata de un jugador con un talento indiscutible pero a veces demasiado irregular y frío, dos condicionantes que le pueden hacer chocar con la grada del Bernabéu.
Este sábado tiene su primer examen serio ante Osasuna. Ojalá todas estas dudas acaben quedando en el baúl del olvido y el jugador responda a su nombre, Mesut, que significa ' el que tiene felicidad'.
Publicado el 9 de septiembre de 2010 a las 12:00.